La mujer se encuentra apoyada en sus rodillas y manos (o codos), y el hombre la penetra por detrás (a esta posición se le suele llamar estilo “perrito”). Las posiciones por detrás tienen cierta cualidad animal que nos permite dejarnos llevar por el lado salvaje que tenemos dentro. Ambos integrantes de la pareja pueden moverse y acompasar sus ritmos, permitiendo además una penetración profunda. En esta posición la vagina está especialmente apretada, lo cual puede resultar muy placentero para los dos.
El hombre puede acariciar gran parte del cuerpo de la mujer: cuello, espalda, pechos, clítoris, glúteos y muslos. El ritmo puede hacerse muy enérgico desde esta posición, por ello, es importante verificar que la mujer se encuentre preparada para ello, y así evitar dolores innecesarios en el cuello uterno (cérvix). Es importante resaltar que algunas mujeres pueden sentirse vulnerables en esta posición. Otras variantes más suaves son realizarla ambos arrodillados, o de pie, con la mujer apoyada hacia adelante en algún mueble.
Una placentera variante de esta posición es cuando la mujer se tiende en la cama sobre su vientre, de espaldas al hombre, y él se tiende completamente sobre ella. Permite una penetración suave o muy profunda que es muy agradable para la mujer, y se estimulan nuevas zonas de su vagina que por lo general no son estimuladas en otras posiciones. Al estar en contacto con todo el cuerpo de su compañero, es una posición que favorece la intimidad y conexión entre ambos. Es importante que la mujer coloque una almohada debajo de su vientre para no herir la zona lumbar de su espalda, esto, a la vez, facilita que la penetración sea más profunda, ya que la vagina se extiende al elevarse los glúteos.
El hombre puede acariciar gran parte del cuerpo de la mujer: cuello, espalda, pechos, clítoris, glúteos y muslos. El ritmo puede hacerse muy enérgico desde esta posición, por ello, es importante verificar que la mujer se encuentre preparada para ello, y así evitar dolores innecesarios en el cuello uterno (cérvix). Es importante resaltar que algunas mujeres pueden sentirse vulnerables en esta posición. Otras variantes más suaves son realizarla ambos arrodillados, o de pie, con la mujer apoyada hacia adelante en algún mueble.
Una placentera variante de esta posición es cuando la mujer se tiende en la cama sobre su vientre, de espaldas al hombre, y él se tiende completamente sobre ella. Permite una penetración suave o muy profunda que es muy agradable para la mujer, y se estimulan nuevas zonas de su vagina que por lo general no son estimuladas en otras posiciones. Al estar en contacto con todo el cuerpo de su compañero, es una posición que favorece la intimidad y conexión entre ambos. Es importante que la mujer coloque una almohada debajo de su vientre para no herir la zona lumbar de su espalda, esto, a la vez, facilita que la penetración sea más profunda, ya que la vagina se extiende al elevarse los glúteos.