Ambos cuerpos están de lado y muy unidos, la mujer de espaldas al hombre o de frente a él (se le suele llamar “la cuchara”). Esta posición permite un intercambio relajado, sensual, lento y tierno. Se puede lograr una penetración menos profunda y un muy buen contacto corporal: el hombre puede tocar la espalda, cuello, pechos y clítoris de la mujer. Es muy apropiada para antes de dormirse, cuando nos despertamos por la mañana o para relajarse después de interacciones más vigorosas. También es una posición que se recomienda durante el embarazo ya que ejerce poca presión sobre el vientre de la mujer.
Esta posición puede ser algo difícil de alcanzar y mantener, ya que la penetración no es tan profunda. Una forma sencilla de llegar a ella, es comenzar con el hombre encima y luego rodar hacia el lado.
Otra variante de esta posición es ambos de lado y la mujer de frente al hombre. Ella puede colocar una pierna encima de su compañero para facilitar una penetración más profunda, acercándolo mientras él se mueve hacia ella. Los amantes pueden besarse y acariciarse el cuerpo y los genitales con facilidad desde esta posición. Permite el contacto visual y la conexión entre ambos.
Esta posición puede ser algo difícil de alcanzar y mantener, ya que la penetración no es tan profunda. Una forma sencilla de llegar a ella, es comenzar con el hombre encima y luego rodar hacia el lado.
Otra variante de esta posición es ambos de lado y la mujer de frente al hombre. Ella puede colocar una pierna encima de su compañero para facilitar una penetración más profunda, acercándolo mientras él se mueve hacia ella. Los amantes pueden besarse y acariciarse el cuerpo y los genitales con facilidad desde esta posición. Permite el contacto visual y la conexión entre ambos.