De pie

Ambos se encuentran de pie, frente a frente, la mujer se apoya en la pared, él puede levantarle una pierna para facilitar la penetración. La mujer puede estar también de espaldas al hombre. Es una posición excitante, especialmente cuando tenemos urgencia por realizar el acto sexual.

Una variante más difícil pero con cierto toque de romanticismo, es cuando el hombre se encuentra de pie y la mujer está en sus brazos. Ella lo abraza con sus brazos y piernas, y él la ayuda a moverse. Requiere del hombre fuerza, coordinación y equilibrio. A continuación el hombre puede apoyar a su compañera sobre una mesa para que los movimientos sean más fluidos.

Siempre estaremos a tiempo para ampliar nuestro repertorio de posturas sexuales leyendo libros como el Kama Sutra y otros textos de erotismo oriental, así como manuales recientes que nos darán inspiración y conocimiento. Sin embargo, la variedad no será siempre necesaria. Puede haber momentos en que una sola posición será más que suficiente para amarnos y alcanzar el éxtasis. Y en otros momentos, necesitaremos de cambiar y ajustar nuestros cuerpos a lo largo del encuentro sexual. Recuerda que nada es mecánico y que nunca se puede sustituir la conexión, la química y el magnetismo que se crea entre dos cuerpos mediante la técnica. Pasión y habilidad van estrechamente unidas, y la inspiración siempre da vida a todo lo que hacemos, más allá de la simple técnica.