Un viaje inolvidable

Un viaje inolvidable

-¿Qué le gustaría que trascendiera de usted en sus hijos?
"El deseo de descubrir lo que quieren en la vida y que de la mano de Dios luchen por alcanzar sus metas; que sean gente de mucha fe y se conduzcan con humildad, honestidad y respeto".

-¿Cómo disfruta los días de descanso al lado de su familia?
"En mis ratos de descanso soy muy solitario, regularmente me quedo en casa, busco mis espacios para meditar, leer, componer o simplemente para disfrutar del silencio, al cual considero uno de mis mejores amigos. Pero hay momentos, como ahora, cuando comparto con mis seres queridos, y los disfruto de una manera apasionada".

-¿De qué forma definiría la relación con su esposa?
"Es muy normal, tenemos días mejores que otros, pero, en resumen, nos comprendemos y nos llevamos cada vez mejor; estamos en plena madurez de nuestro matrimonio, respetamos la individualidad de cada uno y le dedicamos tiempo de calidad a la pareja; lo fundamental es que seguimos muy enamorados".

-¿Le gustan las fiestas?
"No soy muy fiestero, lo que suelo hacer a manera de diversión es reunirme con mis amigos a jugar dominó, billar y carambola, principalmente".

-¿A los 60 años, cómo se imagina que será?
"Un hombre satisfecho, saludable, pleno, al lado de mi familia y con un gran cargamento de experiencias buenas, ya que no soy coleccionista de las malas o desagradables, pues ésas sólo las uso como aprendizaje y las dejo ir para siempre".

-¿Tenemos Marco para muchos años?, ¿se ha puesto a pensar cómo será su retiro?
"Hay circunstancias que me hacen pensar en eso, como saber que los espacios en la radio están cada vez más reducidos para la música romántica; y contemplar la realidad de que la piratería está fuera de control, etcétera. Pero, finalmente, el apoyo y el aplauso del público me hacen olvidar todo y otra vez se levanta mi espíritu".

-¿Cuando maneja qué música le gusta escuchar?
"De todo tipo, pero con el volumen discreto; principalmente, las grandes baladas de siempre", finalizó.
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