Contruye una casa con ladrillos de billetes molidos

Buckley fue víctima de la crisis económica en Irlanda, como muchos otros. Durante una buena racha económica sacó un préstamo para comprar una casa. Era el lugar donde viviría él y sus dos hijos junto a su esposa, quien se había mudado recientemente de Zimbabwe, con cuatro hijos suyos.

Cuenta a BBC, que cuando pidió el prestamo todo iba bien, pero en unas dos o tres semanas “todo se fue al piso”. Y es que Buckley no tenía un sueldo fijo y, poco después de la compra de la casa, se dio cuenta de que no podía cumplir con sus pagos hipotecarios.

Su matrimonio se acabó y tuvo que mudarse a un cuarto en el patio trasero de su casa, puesto que la policía había embargado sus muebles. No era el único en problemas, de hecho un promotor inmobiliario que había perdido todas sus pertenencias, se suicidó.

Mientras observaba un montón de billetes fuera de servicio que un amigo le había regalado, Buckley comenzó a pensar en el valor real de esos billetes sin valor. Decidió crear arte que reflejara el absurdo de la situación económica en Irlanda e hizo pinturas con billetes y monedas triturados.

Consiguió más ladrillos de billetes desechados. La casa está construida a partir de láminas de madera y marcos donados por una ferretería. Las paredes exteriores están construidas con ladrillos, mientras que, en el interior, los euros desmenuzados forran las paredes y los pisos. Tiene una ventana de doble cristal, una puerta de entrada de alta seguridad y un baño.

Desde que el lunes abrió la casa al público ha recibido más de 300 visitantes. Aunque el dinero ya no tiene ningún valor, de nada le sirve, eso pone muy triste a Buckley.